La Casa de la Moneda de Estados Unidos ha dado un paso histórico al poner en circulación una nueva moneda de cuarto de dólar con la imagen de la icónica “Reina de la Salsa”, Celia Cruz. Este homenaje no solo celebra su extensa y exitosa carrera artística, sino también su impacto cultural como una de las figuras más importantes en la historia de Estados Unidos. Con esta moneda, Celia Cruz se convierte en la primera mujer afrolatina en ser representada en una moneda estadounidense, un logro que resalta su legado indiscutible.
La moneda es parte del programa American Women Quarters, diseñado para rendir tributo a mujeres que han dejado una marca imborrable en la nación. Desde esta semana, los estadounidenses podrán encontrar esta moneda en su cambio al realizar compras en cualquier establecimiento. «Celia va a estar en manos de todos los latinos», expresó Omer Pardillo, albacea de la cantante, subrayando la importancia simbólica de este reconocimiento. Este tributo no solo honra a Celia Cruz como artista, sino que también destaca su influencia como una de las artistas latinas más populares del siglo XX.
Celia Cruz, con su carisma y talento, se ganó el corazón de millones. Era una mujer que, solo con su voz, aseguraba el éxito. Su cercanía con el público la convirtió en una pionera en la representación de la latinidad en Estados Unidos. Antes de la existencia de redes sociales, Celia Cruz ya era la “influencer” por excelencia, una emigrante que llegó a este país sin nada y que hoy se ve inmortalizada en el cuarto de dólar junto a George Washington.
La carrera de Celia Cruz comenzó en su natal Cuba, donde se unió a la famosa orquesta Sonora Matancera en 1950. Su talento innato y su colaboración con la Fania All-Stars la llevaron a conquistar escenarios internacionales, dejando una huella profunda en la música latina. Temas como “Quimbara”, “La vida es un carnaval” y “Bemba colorá” siguen siendo himnos que resuenan en pistas de baile de todo el mundo.
Este reconocimiento a Celia Cruz en la moneda estadounidense no solo es un tributo a su trayectoria, sino también un recordatorio de su papel como un símbolo cultural y un ícono de la música latina.